
Aquella noche se posaron dos lágrimas sobre mis mejillas, aunadas al sentimiento rígido que hace aparecer un nudo en el corazón...y llego a la conclusión, q duele tanto haberte encontrado, duele quererte y no tenerte, duele mirarte sin querer besarte y duele aun más, no poder estar frente a frente para decírtelo...es asi que mi noche transcurre después de haber intentado por mas de 10 veces quedarme dormida pero se hace imposible tras la cortina maltrecha de mis sentimientos agudos y desechos de un amanecer maravilloso...y no me arrepiento de haber caminado contigo de la mano, caliente de la vergüenza, desnuda de tus ojos y sobre la brisa de la mañana que nos llamaba a la sombra de dos fogatas que querian apagar el incendio de un despertar confuso pero implacable...ahí estamos los dos, separados por los dias largos y el ladrido de mis dedos cansados que solo piden volver a escribir.