viernes, 15 de enero de 2010

Sueños

De pronto comencé a ver muchas luces, todas ellas palpitaban bajo una sombra de árboles sin forma que adornaban la esquina de aquel parque...no imaginé nunca que la luz podía ser tan bella y empecé a caminar lento pero seguro...

Toqué una flor, la olí, ya conocía ese aroma. Sentí la brisa del viento sin rumbo que variaba según la posición de mi rostro...volteaba, daba vueltas y volvía a mirar al cielo. Esta vez podía observar lo grande de aquellas manchas blancas que adornaban el cielo gris de lima, a pesar del verano.

No supe que nombres ponerles. Era tan raro todo. De la nada algo me husmeaba, era un perro, uno pequeño, marroncito, sin forma...no le hice mayor caso pero lo miré, me miró y siguió su rumbo. Yo continuaba por el camino que veía....veía y veía....y cuando desperté, me di cuenta que todo era un sueño...ya había perdido la visión después de ese duro accidente.

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